CRUCERO POR CROACIA: OPATIJA, ZADAR ,SPLIT, DUBROVNIK, HVAR, SIBENIK. En ITALIA: RAVENNA, el puerto de embarque, y BOLONIA aeropuerto internacional.

1. RAVENA 

Este crucero, que iba a transcurrir por la costa croata, tuvo su inicio en la ciudad italiana de Ravena en cuyo puerto tendría lugar el embarque dos días más tarde. En esta acogedora ciudad pudimos disfrutar contemplando los más hermosos mosaicos que recuerde haber visto antes: en la Basílica de San Vitale, en la Basílica Sant'Apollinare Nuovo o en el Mausoleo de Gala Plácida. Y por supuesto, visitamos el mausoleo de Dante Alighieri el gran autor de La Divina Comedia que aunque nacido en Florencia y después de años de andar errante por Italia acabó siendo acogido en esta ciudad.

BASÍLICA DE SAN VITALE S. VI.

EL EMPERADOR JUSTINIANO ACOMPAÑADO DE ALGUNAS DESTACADAS FIGURAS DE LA IGLESIA BIZANTINA. 

2. OPATIJA

Al otro lado del mar Adriático, frente a la costa italiana, se encuentran algunos de los países de la antigua Yugoslavia y entre ellos el país  cuya costa recorreríamos en los próximos días, Croacia.

Desembarcamos en Opatija, una pequeña ciudad de elegantes edificios de influencia austrohúngara.

La cercana isla de Krk resultó ser un lugar tan plácido que ese primer día se nos pasó volando. Escuchamos a nuestra guía relatarnos las vicisitudes por las que pasaron los croatas desde que llegaron a este territorio, algunos dicen que desde Persia, y las penurias que sufrieron a lo largo de su historia desde invasiones de potencias más o menos cercanas hasta la última guerra de los Balcanes.

No quise despedirme de estos lugares sin contemplar de cerca la enigmática estatua levantada sobre una pequeña roca que se adentra en la bahía. Se trata de La joven de la Gaviota cuya estilizada figura se recorta frente el azul del mar. El brazo avanzado con la gaviota sobre la mano sugiere la esperanza del reencuentro con el ser amado que volverá un día.

3. ZADAR

Fue el segundo puerto de desembarque y de él esperaba el momento más mágico de todo el crucero, pero no sería sino hasta el final del día que podría vivir esa experiencia. Mientras llegaba ese momento, nos alejamos de la ciudad a explorar los alrededores.

En Nin nos topamos con la imponente estatua de un personaje en actitud de furia incontenida a la vez que de mando incontestable. Se trata del obispo Grgur Ninski, nacido en Nin en el siglo X, quien se enfrentó al Papa al negarse a decir la misa en latín porque sus compatriotas no le entendían, y quiso hacerlo en la lengua local. Esa misma estatua la encontraríamos después en otras ciudades de Croacia.

  Tras cruzar el puente Maslenica llegamos a "la casa de Modric", el destacado jugador del Real Madrid. Lo que creíamos sería una gran mansión acorde con su destacada posición a nivel mundial resultó ser una pequeña casa en ruinas: era la descarnada puesta en escena de su trágica vida durante la guerra de los Balcanes, la de un niño que jugaba al balón mientras caían bombas a su alrededor. La desilusión nos hizo abandonar el lugar de inmediato.

Ese día nos fuimos de picnic con nuestro amable chófer y la simpatiquísima guía Severiana; después volvimos a Zadar para el espectáculo tan deseado: escuchar el órgano del mar y contemplar la puesta de sol más bonita del mundo. Pero la Naturaleza ya se sabe... y las nubes ocultaron la puesta de sol. Y a Sito, que se crio a la orilla del mar, el "órgano del mar" le pareció el sonido de la marea de siempre conocido (¿y el órgano?) A mí me gustó,

4. TROGIR

Sólo por contemplar el Portal del maestro Radovan de la Catedral de San Lorenzo, auténtico tesoro del Adriático y una de las mayores obras artísticas de Europa, ya valdría la pena la visita a la ciudad de Trogir.

Podría pasar horas contemplando las más de cien figuras en distintas composiciones inspiradas en el Evangelio representadas en este portal; me maravillaba ante algunos relieves que, ejecutados por Radovan y otros por sus discípulos, parecían levitar sobre la piedra que les sustenta.    

Portal de Radovan de la catedral de Trogir

5. SPLIT

Una ciudad dentro de un palacio, el palacio del emperador romano Diocleciano (nacido en Salona en el año 245).

Destruída Salona en el siglo VII por ávaros y eslavos, sus habitantes se refugiaron en el palacio de Diocleciano construido al borde del mar. Así la ciudad de Split se desarrolló en el interior de las murallas que rodean el palacio. Los sótanos del palacio son tan amplios, de techos tan altos y muros tan robustos que bien podrían albergar otro palacio.

Parece una ironía que Diocleciano, habiendo pasado a la historia como perseguidor de los cristianos, albergara diez siglos después dentro del sector más bello del palacio una catedral símbolo de Split, la Catedral de San Dionisio.

A lo largo de los siglos, Split perteneció  sucesivamente a Hungría, Venecia, Francia, Italia y Austria para, al final de la Primera guerra Mundial, pasar a formar parte junto al resto de Croacia de la antigua Yugoslavia. Tras la cruenta guerra de los Balcanes, Croacia es un país independiente de la Unión Europea.

6. DUBROVNIK

Esta ciudad tiene un encanto especial difícil de describir, es un "algo" que se percibe nada más poner los pies en ella, más concretamente, en la conocida PLACA (o Stradum). Es éste un lugar tan simple como una calle ancha, pero... Su suelo de amplias losas de piedra clara brilla limpio y reluciente como si hubiese sido recientemente encerado, y los edificios, todos iguales de fachada clara y uniforme, se alinean a ambos lados como guardianes del orden. La sensación de bienestar que produce te hace pensar que todas las calles deberían ser igual de brillantes, limpias y ordenadas. Lo más curioso es que esta calle se rehízo después del gran terremoto que en 1667 asoló la ciudad entera. Igual de extraordinario es el hecho de que lo que ahora es la espléndida Placa fuera un istmo marino poco profundo que separaba dos poblados uno en un islote y el otro en tierra firme; los dos poblados se unieron a finales del siglo XI mediante una calle. En un relajante paseo sorprenden, por el tremendo contraste, los callejones sombríos, increíblemente empinados, que se abren entre los impecables edificios que bordean la Placa. Se trata de una serie de largas callejuelas que ascienden en un ángulo mayor de 50º recorridas por decenas y decenas de escaleras iluminadas por múltiples faroles.  

Una de las pocas construcciones que resistieron el terremoto fue la fachada del palacio de Rectores de estilo veneciano. Un dato curioso es que el Rector, que junto a tres Consejos gobernaba la República de Dubrovnik entre los siglos XIV y XVI, tenía un sólo mandato ¡durante un mes!

 Sin embargo las murallas con sus fuertes que circundan la ciudad de forma continua  con una longitud de casi dos kilómetros permanecen intactas. La figura de San Blas protector de la ciudad (y de la garganta) se puede encontrar en distintos lugares de estas fortificaciones.

Una de las leyendas sobre la fundación de Dubrovnik está ligada a la desaparición de la romana ciudad de Epidauro localizada en el lugar de la actual Cavtat. Después de caminar por el relajante paseo marítimo de esta ciudad y con el consejo de nuestra dulce guía Paulina, terminamos en la terraza del restaurante Leut que nos sorprendió agradablemente con pescados pequeños y el marisco de la zona, lo que nos recordó a nuestra querida Galicia. 

7. HVAR 

Croacia cuenta con más de 1000 islas, la mayoría deshabitadas. De ellas, Hvar es la que tiene mayor longitud, con murallas y fortalezas medievales y uno de los teatros más antiguos de Europa, año 1612.

Después de dar agradables paseos por la ciudad y su paseo marítimo y visitar la Catedral renacentista de San Esteban qué mejor que degustar su gastronomía. Lamento no recordar el nombre del sitio pero nuestra competente y superamable guía Ana, que también nos había acompañado en nuestra visita a Split, sabe su nombre (para quien esté interesado). Se trata de un pequeño restaurante del paseo marítimo con una amplia terraza donde me pude dar el gusto de tomar el mejor plato de pasta con marisco que nunca antes me habían servido. 

8. SIBENIK

Era ésta la última ciudad de Croacia donde atracaría el cruecro Azamara Pursuit pero, y a pesar de lo mucho que nos habían hablado de su bonita catedral de Santiago, decidimos no desembarcar. No queríamos madrugar sino descansar, y poder disfrutar de un día a bordo.

9. BOLONIA

El fin del crucero llegó con el desembarco en Rávena. Pero era en Bolonia, a sólo 80 kilómetros, donde tomaríamos el vuelo de regreso a casa, y si hay algún país cuyas ciudades nunca me decepcionan ese es Italia. Así que dedicamos tres días a recorrer las partes más representativas de esta histórica ciudad.

Además de la importancia de su Universidad, la más antigua de Europa, tiene una curiosa característica que impregna de personalidad toda la ciudad, Se trata de sus soportales, kilómetros de pórticos que recorren las calles en todas direcciones lo suficientemente altos para dejar pasar las caballerías al resguardo de la lluvia. Son de color rojo al igual que torres, iglesias y palacios, característico de la ciudad (el "cotto" o ladrillo rojo de la zona).También con el pensamiento puesto en las caballerías es como se diseñaron las amplias escaleras del interior del Palazzo Comunale; frente a éste se encuentra la famosa escultura de la Fuente de Neptuno.

En la misma zona, la Piazza Magiore, se levanta la Basílica de San Petronio (432 d.C.) patrono de la ciudad. De las múltiples iglesias de la ciudad, es esta Basílica  la que más llama la atención por sus dimensiones y por estar inacabada Y es que el proyecto de 1514 tenía la intención de superar las dimensiones de la de San Pedro del Vaticano pero los Estados Pontificios bloquearon la construcción para que la más grande de la cristiandad siguiera siendo la de Roma.

La estancia en Bolonia permite saborear las famosas especialidades auténticas boloñesas como la mortadela, tortellini, lasaña, tagliatelle o el ragú con salsa boloñesa. Los podéis encontrar en una típica Ostería (no tienen ostras como creyó alguno pensando que era una "ostrería").

Son muchos los años que llevo relatando en este blog algunos de nuestros viajes, unos por libre, muy pocos en grupo y la mayoría "a medida". Y ahora que la edad empieza a hacer mella en varios aspectos y recurrimos a la comodidad de los cruceros, me doy cuenta de que nunca hice referencia al artífice y, en gran medida, responsable principal del éxito de nuestros viajes, y esa persona no es otra que Patrick Ghys. Millón de gracias Patrick, nuestro querido agente y amigo Patrick.

Hasta el próximo...¿Japón?