De las más de 17000 islas de INDONESIA, JAVA, a pesar de ser tierra de volcanes, es, con 130 millones de habitantes, la más poblada. Y de sus ciudades, YOGYAKARTA es la que mira más de cerca al irascible Merapi. Aún así o quizá por ello, sus habitantes son los seres más abiertos y acogedores. Y muy cerca de Yogya (como la llaman ellos) se encuentran dos de los templos más bonitos de Asia, el impresionante Borobudur y el encantador Prambanam.
Viajar a SULAWESI es sumergirse en una civilización tan extraña como
sugestiva. Las casas de los bugis, en las llanuras sumergidas, parecen ilustraciones de cuento. Mientras, en la montaña, las casas barco de los toraja y sus monumentos funerarios impregnan de
irrealidad las verdes terrazas de los arrozales.
JAVA CENTRAL. YOGYAKARTA
El activo volcán Merapi al amanecer. Tiene 2911 metros de altura. A sus pies se encuentra la ciudad de Yogyakarta.
Templo budista de Borobudur, construído entre 750 y 850 por la dinastía Sailendra.
Obreros quitan la ceniza depositada en los bajorrelieves durante la erupción del Merapi del 2006.
Estupas del último nivel del templo Borobudur, nombre que significa "templo budista en la colina".
Conductor de "trishaw" en las calles de Yogya. Un paseo después de comer en Via Via (un sitio BBB=bueno, bonito y barato).
Mercado de aves de Yogya
Había cestas con huevos de hormiga que vendían al peso.
Pollitos teñidos para regalar a los niños.
Se pueden comprar murciélagos domesticados.
Coro de javanesas en el pabellón Wayang Kulit (teatro de sombras de marionetas) del palacio del sultán.
Abuelo y nieto con el traje tradicional javanés esperando la función de marionetas.
Keti en el pabellón de música del palacio del sultán.
Guardia del sultán con le Kris (cuchillo) a la cintura.
Un grupo de javaneses quieren fotografiarse con Sito (allí no abundan los turistas occidentales como en Bali).
Templo hindú de Pranbanam.
Construído entre los siglos VIII y X.
Sito ante los templos de Brahma, Siva y Vishnú.
Niños en Kraton, palacio amurallado donde vive el sultán.
Posa como un pequeño príncipe.
Templo Candi Samsisari, dedicado a Siva que, durante cientos de años, permaneció enterrado bajo toneladas de ceniza y polvo volcánico.
Él lo descubrió cundo araba la tierra. Ahora el gobierno del país le paga para que mantenga limpio el recinto (pero no parecía muy contento con su nuevo oficio).
Niños de un colegio hacían cola, animados por los adultosque los acompañaban, para solicitar un autógrafo a Sito.
En Kantor, Kagungan Dalen. Piscinas en los jardines del palacio del sultán.
En ellas se bañaban las jóvenes más hermosas desl sultanato. Él las observaba desde destrás de las celosías...Y escogía.
Pequeña con su abuela.
Templo Mendut. El Buda, raramente representado en esta postura, aparece entre dos bodhisattvas, Lokesvara y Vairapana.
PAÍS TORAJA
Kete Kesu con sus típicas casas barco o tongkonangs, algunas con más de 200 años.
Arrozales en terrazas de Batutumonga.
También hay casas modernas, más cómodas.
Delante de cada tongkonang cuelgan los cuernos de los búfalos sacrificados en los funerales por miembros de la familia.
El tamaño y el número de cuernos de búfalo indica la importancia del clan.
Sito en el mercado de Makale. Entre otras cosas se pueden adquirir gallos de pelea.
Antes de comprar un gallo de pelea lo prueban enfrentándolo a otros.
Tratan con mimo a su gallo, iIncluso le dan masajes.
Pero una parte muy importante del mercado es la venta de cerdos para sacrificar en los funerales de los toraja.
El funeral sale muy caro porque en él se sacrifica gran número de cerdos y búfalos.
La familia mantiene el difunto en casa el tiempo necesario hasta disponer de medios suficientes para llevar a cabo el funeral.
Esperarán hasta reunir dinero necesario para invitar amigos y vecinos al funeral.
Asistimos al funeral de una anciana de 90 años cuyo cadáver llevaba esperando en casa ¡nueve meses!.
Keti llegando al funeral. Los asistentes éramos alojados en pabellones levantados para la ocasión.
Decenas de cerdos fueron sacrificados. Estos están a la espera. Los hombres despiezan la carne.
Cuanto más poderosa es la familia, mayor es el número de búfalos sacrificados.
En este funeral había más cerdos que búfalos.
La familia y allegados reparten la carne entre los asistentes, algunos llegados de muy lejos.
Presumía de no tener dientes... Pero cuando le llegó el turno en el reparto de carne, se apresuró a sacar la dentadura del bolsillo.
En un pabellón durante el funeral, tomando té y pasteles y escuchando a Rashid.
También se ofrece tabaco y betel. Esta mujer mastica betel. Nosotros donamos tabaco.
Un miembro de la familia observa los cuernos de uno de los pocos búfalos sacrificados.
La difunta puede ser enterrada en un panteón como éste.
Algunos tienen preciosas vistas a los campos de arroz.
En el árbol del pan se entierra a los bebés que han muerto antes de que les hubieran salido los dientes.
Los padres se consuelan con la creencia de que la savia blanca del árbol seguirá alimentando a su hijo.
Una pared rocosa es buen sitio para guardar los féretros.
Los difuntos de la familia son representados mediante imágenes de madera, tau tau, colocadas en balcones.
Cuando los féretros quedan a la intemperie, la madera se pudre.
Los féretos con forma de cerdo son para mujeres, los de búfalos para hombres y personajes importantes.
A pesar de que los restos quedan dispersos y mezclados, la familia sigue llevando flores.
También otras ofrendas, como cigarrillos.
Tau Tau de una familia en un balcón asomado a un hermoso paisaje.
Tan hermoso como éste.
También en el interior de las cuevas se pudre la madera de los féretros.
Y se depositan los tau tau.
Cada loco con su tema. Él mismo fabricó su instrumento.
Tócala otra vez, Sam...
Y nuevas plantas llenan los arrozales...
Diluvia en Rantepao, el trópico al fin y al cabo.
Una mirada más a los tongkonags más antiguos. Es hora de volver al hotel.
Desde nuestra habitacion en un tongkonang del Heritage Toraja.
Ahora a descansar.